Una de las cosas que nos preguntan con más frecuencia es si el resumé debería tener una foto propia o no. Esta es probablemente una de las mayores controversias en cuanto a la creación de este documento que es tan importante en nuestras vidas y carreras. No olvidemos que un resumé es una carta de presentación que puede definir cuál será nuestro futuro empleo y muchas veces es decisivo en alcanzar metas académicas y profesionales. Por lo tanto, en el internet existen cientos de artículos donde podrán encontrar opiniones completamente divididas sobre este asunto; muchos dirán que está bien tener tu foto en el resume, otros dirán que depende de la industria a la que pertenece y algunos que está completamente prohibido.
Aquí daremos nuestra opinión basada en nuestra experiencia como un servicio dedicado a la creación de documentos de presentación profesional, habiendo trabajado diferentes formatos para diferentes industrias y propósitos.
Comencemos por los definitivos: los resumes federales NO PUEDEN llevar una foto de la persona. Si te interesa aplicar a una posición de empleo a nivel federal, hay un formato específico en el que el documento debe ser organizado.
Ahora bien, nuestra posición en este debate es que sí estamos de acuerdo con los resumes que llevan fotografía, aunque también coincidimos con que muchas veces la decisión dependerá de la industria y posición que se esté solicitando. La realidad es que hemos tenido clientes que han tenido resultados exitosos entregando resumes con su fotografía en la solicitud y no solo se reduce a posiciones artísticas. También es importante tener en cuenta que no solo depende de la industria, si no también de la compañía o agencia de la que se intenta formar parte.
Al momento de enviar una solicitud de empelo, es importante haber realizado una investigación sobre los valores y la visión de la compañía, ya que las instituciones al igual que las personas tienen estilos y personalidades. Esta investigación puede revelar aspectos superficiales que podrían ser importantes a la hora de una entrevista o la entrega del resume. Contactar a algún conocido que forme parte de la compañía puede ser muy importante para conocer qué cosas le ayudaron a conseguir la posición, como se preparó y de qué manera organizó su resume/portafolio.
Lo primero al momento de considerar si añadir una foto al resumé o no, es decidir si nos sentimos a gusto con nuestra foto en un documento que tiene como fin ser admitido a un nuevo empleo. Luego, es importante que la imagen que se escoja sea clara y nos veamos presentables y limpios. Es decir, que esté bien iluminada y estemos vestidos de manera correcta; estar vestidos de manera correcta no significa con chaqueta y botones necesariamente, mas bien estar vestidos de acuerdo con el empleo al que estamos solicitando. Por ejemplo, para una investigadora académica que decide poner su foto en el resume, usar camisas sin mangas podría resultar poco favorable debido a que en los círculos académicos los códigos de vestimenta suelen ser formales. No es el mismo caso para una actriz quien está buscando formar parte de un casting. Lo mejor sería tomarse un retrato profesional y evitar poner un selfie tomado con el celular. Por último, la foto que se escoja debe estar en armonía con el documento en cuanto a la estructura y el color. Lo más importante es el resumé, así que la foto no debe ocupar un gran espacio ni debe tener colores que distraigan a la persona que vaya a leerlo y debe estar en un sitio que mantenga el orden del formato y facilite la lectura.
El incluir nuestra foto en un documento tan importante obviamente tiene sus beneficios y contratiempos. Hay que poner ambos en una balanza y considerar qué es más importante para nosotros.
Un resumé con nuestra imagen puede resaltar nuestra personalidad, mostrar seguridad de quienes somos y como nos sentimos. Existen compañías que valoran estas cualidades y puede aventajarnos en el proceso de selección. De la misma manera, nuestra imágen podría ser sujeto de rechazo por discrimen, ya sea por nuestro color, género, apariencia, etc. También existen compañías que pueden considerar esto como poco profesional en lugar de una modalidad de la era digital donde las imágenes están tan presentes.
Sin embargo, esto podría significar algo positivo para personas aplicantes. Otra manera de ver esta situación, es que en una compañía donde se le juzgaría a alguien por su apariencia física, hay personas que preferirían no formar parte. Es decir, si no me quieren por como me veo, qué bueno que no me aceptaron, porque esto es quien soy. Definitivamente no todas las personas pueden darse este lujo, a veces sí necesitamos ese empleo. A veces es todo por lo que hemos luchado, estudiado y trabajado.
Por esa razón es importante saber a donde estamos solicitando y de qué manera se manejan. Al fin y al cabo es una discusión de presentación, aceptación y representación. En el mundo que vivimos, continuamente cambiante, las nociones tradicionales de lo que es ser profesional no son la excepción y lo que antes eran reglas definitivas, hoy son conceptos que rompen sobre la mesa de discusión. La decisión es nuestra, estemos preparados para tomarla.